Ya no mana la fuente, se agotó el manantial;
ya el viajero allí nunca va su sed a apagar.
Ya no brota la hierba, ni florece el narciso,
ni en los aires esparcen su fragancia los lirios.
Sólo el cauce arenoso de la seca corriente
le recuerda al sediento el horror de la muerte.
¡Mas no importa!; a lo lejos otro arroyo murmura
donde humildes violetas el espacio perfuman.
Y de un sauce el ramaje, al mirarse en las ondas,
tiende en torno del agua su fresquísima sombra.
El sediento viajero que el camino atraviesa,
humedece los labios en la linfa serena
del arroyo que el árbol con sus ramas sombrea,
y dichoso se olvida de la fuente ya seca.
Puentedeume,
La Coruña
GALICIA
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11 comentarios:
Una fuente sustituye a otra, pero siempre su surco queda.
Saludos
mil gracias por dejarme la estela que dirige a tu bella morada sensible poetisa, sin esperar ser molestia me quedo en ella para deleitar mi alma con la sublime belleza de tus versos, muchos besinos
A través de los ojos de Isabela
Blonda negra la que hoy paga tributo
En restos calcinados , tanta vida
Acechaba la llama ya encendida
Y en su verde el trinar ya huele a luto
Acunaba el jilguero al zorro astuto
Desde el roble en su rama retorcida
Savia y sangre manaba ya la herida
Y el gorjeo se transforma en exabrupto.
Llora Gaia en su manto ceniciento
el Edén que en el fuego se consume
Pero el hombre no escucha su lamento
Rechaza su pecado, y no lo asume
Ya no siente ningún remordimiento
La culpa en un pirómano resume.
Bonjour Isabella, je découvre avec un immense plaisir tes beaux blogs et j'aime beaucoup ce post, ce poème et la musique qui accompagne
Félicitations :-)
hermoso escrito que nos habla de la esperanza, la vida siempre nos sorprende, saludos amiga
Si siempre que se acaba algo en la vida comienza algo nuevo y esperanzador ¡precioso! el post y la música..Bss
Des photos dignes d'un roman. Bravo, Isabela!
Texto de vida
y amor a la naturaleza
besazos
Que tristeza, ver el monte quemado, la herida es profunda, y despues de estos días de tormenta todavia más, pero siempre nos queda la esperanza y el resurgir de nuevas primaveras, una entrada preciosa, entrañable, volveremos allí una y otra vez hasta que la naturaleza ponga de nuevo en su sitio lo que la mano del hombre le ha arrebatado. un besiño
Es una sensación de congoja indescriptible cuando contemplas toda esa naturaleza muerta. La persona que es capaz de hacer algo así es una persona sin alma ni ilusión, con una vida tan vacía y calcinada como las cenizas que quedan tras el incendio.
Me hace daño solo pensarlo.
¡¡¡ Que lástima!!
La esperanza nunca muere, que lindo post me gusto mucho
saludos,
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